Hoy en retroexcursionisme nos acercamos al llano, que después de dos de montaña tocaba acercarse a terrenos más llanos, siendo uno de los motivos hacer visible esta actividad que combina patrimonio y recreación, y a la que, no hace falta decir, estáis invitados. Y es que conocéis algo mejor que conocer patrimonio histórico «a la antigua»?
Y esta vez vamos al Llobregat, pasando por varias épocas en realmente poco espacio. Roma, edad media, comunicación del siglo XIX y guerra civil, muy a menudo pisando los mismos monumentos. Prueba que tanto en vida civil como militar, los lugares de interés suelen ser los mismos.
Saldremos de la estación de ferrocarriles de Martorell Vila – Castellbisbal, para encaminarnos hacia la Torre fossada siguiendo el Camí Portalet, que abandonaremos en breve para dirigirnos al primer objetivo del día. La Torre Fossada.

El nombre en si ya promete, pero es que cuando estéis veréis que no os hemos llevado a cualquier lugar, ya que se trata de, posiblemente una de las torres de telegrafía óptica más espectaculares de Cataluña, quizá no en altura (eso ya se lo da la montaña donde esta instalada), pero si su espectacular foso. La torre 38 de la línea Barcelona – Lleida, comunicando por debajo con Sant Pere de Romaní donde estuvimos el pasado mes de agosto…, y por encima con Esparraguera, desaparecida el año 1937 a causa de unas obras que quería hacer el ayuntamiento.

Pero, ¿y que es la telegrafía óptica? Buena pregunta, que ni que sea brevemente resolveremos, y es que esta vieja tecnología se lo merece. Sencillamente, hablamos, del precursor de la telegrafía por cables, que emitía mensajes a través de señales visuales que viajaban de torre a torre. Existiendo lineas militares y civiles, que adquirieron gran importancia en las diversas carlistadas que hemos sufrido en nuestro país.

Cabe decir, que, y hiendo a guerra civil española, principal eje conductor de esta pagina, esta torre y los entornos vivieron combates en enero de 1939, cuando se intentaba resistir contra el imparable avance fascista por tal de ganar tiempo para que pudiese o quisiera huir…lo hiciera.
Una vez resuelto este primer objetivo, toca recuperar el camí portalet sentido Castellbisbal para ir a buscar el Riu Llobregat, que emulando a lo que se decía en el conflicto…tenia que ser «el Manzanares de Barcelona»,refiriéndose a una resistencia que ahora sabemos que no pudo ser.

Pero, no nos centremos en esto, ya que aquí el concepto era seguir el ancho camino y apreciar la naturaleza de ribera. Muy diferente a las dos ultimas que nos han llevado a montaña.

Poco comentaremos sobre este tramo de ruta, solo os animaremos a descubrir las dos riberas del rio al tiempo que se descubre la fuerza que puede llegar a adquirir el rio a pesar de ya vivir sus ultimas bocanadas de aire. Creadnos si os decimos que no os arrepentiréis.

Ahora si, y situados en Martorell, habiendo vuelto por la ribera contraria de la primera la primera mitad del camino, nos encontramos en uno de los grandes monumentos del lugar. Hablamos del puente romano de Martorell, que lo llamamos romano, pero bien lo podríamos llamar un «multiepocas», y es que contamos un mínimo de dos reconstrucciones. Una en época medieval y otra en posguerra, después de la voladura de enero de 1939. Hablamos…evidentemente…del Pont del Diable.

¿Que destacar de este puente? Difícil…pero quizá remarcaríamos el espectacular arco de la ribera de Castellbisbal, una de las partes del puente romano original que no os dejará indiferente. Punto, en que daríamos por acabada la ruta del día.

Y, respecto a la indumentaria, poco podríamos decir ya, la verdad es que haciendo un repaso de entradas anterior poco más podemos enseñaros. Así que diremos que uno optó por la linea civil casi pura, y el otro por aquel clásico excursionista que alimenta su equipo a base de excedentes militares. Dando una doble linea como suele ser la costumbre de estas rutas.
Oriol Miró Serra.
13 d’Octubre de 2020
Bibliografía: La telegrafia òptica a Catalunya, Lluis Len y Currius – Jaume Perarnau y Llorens / Rafael Dalmau Editor, 2004.ç