Y ya somos tres, permitiendo una triple linea de exposición, al tiempo que mantenemos la linea estrenada de poner en valor el patrimonio, quien sabe si el gancho para gente que no vea la recreación como motivo suficiente.
En el caso de la recreación se optó por un soldado de guerra civil, uniformado a modo de cazador de montaña, un maquis francés y un civil, figura necesaria para quien no quiera recrear de soldado.
En el caso de patrimonio, la ruta vuelve a salir de Santa Creu d’Olorda pasando por Torre del Bisbe, el antiguo monasterio de Valldonzella y el poblado íbero de la Penya del Moro, realizando como veis un trayecto de siglos de historia. Revalorizando en cierto modo un patrimonio nunca bastante conocido.
Cara a mi elección, Daniel (excursionista) y Enric (soldado) ya explicarán la suya, vino marcada para dar justicia a un papel a menudo despreciado en las recreaciones de segunda guerra mundial (o así era cuando lo hacia) y que sufre el mismo mito que el bando republicano en guerra civil española, CUALQUIER COSA SIRVE. El maquis, que de paso fue una continuación en la lucha de no pocos soldados republicanos.
La elección de la ropa fue relativamente fácil, atendiendo experiencias anteriores. Un pantalón resistente para ir a la montaña y camisa adecuados a la época, también resistentes, adecuados para terrenos no siempre amables al tiempo que colores verdes y caquis para buscar la confusión. Buena bota, mochila apta para pasar días a la intemperie combinando con el gorro de ala ancha de la semana pasada, que tan pronto protege del sol como de la lluvia. Añadiendo cartucheria francesa de MAS 36 (elección errónea según vi después y ya explicaré) que solo saqué para fotos, bolsa porta cargadores de fusil ametrallador chaterelault, brazalete de resistencia de les FTP y una replica de fusil Kar 98 de la marca Denix, que solo sacamos un momento y ya fuera de ruta. Y es que a pesar de reproducción y ser totalmente inutil, haría el efecto de arma a ojos no expertos, además de que no es legal llevarlo a la vista sin las autorizaciones pertinentes.
Ya entrando en detalles de la ruta, no fue una ruta excesivamente dura, dominando la bajada en la primera parte con alguna excepción y dominando la subida en la segunda parte, solo rota por la bajada de Penya del Moro a Vall de Sant Feliu. Que sin ser dura, si que se hizo notar en las piernas.
También cabe considerar que el hecho que el grupo aumentase hizo que la ruta fuera más amable comparándola con aquellas primeras rutas de julio donde iba solo, y es que seria absurdo negar que el hombre es un animal de grupo.
Quiero remarcar la valentía de Enric, que cuando comentamos el hecho que necesitavamos a alguien acostumbrado a andar con alpargatas un tramo de quilometros, le faltó tiempo en sacarse las botas y calzarse las alpargatas para hacer la subida de vuelta. Él ya comentará sus sensaciones en su parte.
Y para acabar, la elección equivocada de cartucheras, que si, que se correspondían a la arma del ejercito francés en segunda guerra mundial, y que había investigado si eran correctas o no, pero hasta con eso…fallé el tiro. Ya que cuando colgué las fotos en redes con relativo orgullo, muy temprano recibí comentarios de que me había equivocado y que eran de posguerra, de mayo del 45. Comentarios educados que van incluyeron enlaces que no había visto antes y que certificaban tal error, que tomo con respeto y agradecimiento. Ya que negar el error y no querer aprender no es buena actitud en recreación.
Respeto a la sesión de fotos con la reproducción de arma, fue en lugar aislado y podemos asegurar que nadie nos vio, que la sacamos de coche envuelta en una sabana y que tomamos toda precaución. Y, que a pesar de estar seguros que la gente lo hubiese entendido, preferimos no tomar riesgos.
Aunque hay algunos que creen que vestirse vintage en verano implica, indefectiblemente, pasar más calor que si nos ponemos el equivalente moderno, porque la ropa “antigua” es peor en ese aspecto, lo cierto es que eso no tiene por qué ser así. De hecho, podemos tener alguna que otra sorpresa.
El polo que llevaba en esta salida está confeccionado en algodón celular – un tejido que, curiosamente, se inspiró en el que se usaba para los guantes de rejilla de las señoras. El algodón celular se desarrolló en el Reino Unido, a finales del s. XIX, con la idea de obtener un tejido ventilado, que refrescara el cuerpo en verano, y apareció en 1889, nada menos. Las primeras prendas fueron de ropa interior, pero pronto se pasó a hacer camisas, e inmediatamente se empezó a asociar con actividades de “sport” y de ocio al aire libre, centrándose en eso la publicidad. Aertex es la denominación comercial que le dio a este tejido la empresa que lo introdujo; naturalmente, otras firmas diseñaron materiales parecidos con otros nombres.
Aparte de los aficionados al “sport”, el Aertex también vistió a los soldados en climas tropicales – por ejemplo, los soldados de S.M. Británica en el teatro de operaciones oriental, en la Segunda Guerra Mundial, fueron suministrados uniformes Aertex en el color jungle green propio de la zona, que dieron muy buen resultado.
En los años 60, el algodón celular fue siendo desplazado por las fibras de nylon. En cierta manera, pues, el Aertex es el antecesor de los modernos “tejidos técnicos”, tan comunes en los atuendos de los deportistas actuales.
El algodón celular, sin ser tan popular como en su momento, todavía está en producción, y se pueden conseguir prendas a través de, normalmente, firmas especializadas en estilo vintage o artículos para recreación – SJC (UK) es una de ellas. Como podéis observar en las fotos de detalle, se trata de un tejido ligero, perforado para facilitar la ventilación. Y ciertamente es muy fresco – como os podréis imaginar, un material que se consideró ideal para los uniformes de tropas destacadas en climas tropicales y húmedas en el Lejano Oriente, se comporta magníficamente en nuestro clima mediterráneo.
Saliendo de la Santa Creu d’Olorda (Molins de Rei) iniciamos camino hacia el monasterio abandonado de Valldonzella; los tres equipados con atuendos de época. Oriol ataviado como un integrante de los Francos-Tireurs e Partisanos(FTP), el movimiento de resistencia francesa creado por el partido comunista durante la ocupación Nazi; Dani vestido como un civil aficionado al excursionismo y un servidor ambientado como un soldado del Regimiento de Cazadores de Montaña.
Comprendiendo que, líneas arriba, los compañeros ya habrán explicado su uniformidad con más detenimiento me centraré en mi parte de uniformidad.
La equipación de topa de montaña utilizado por la salida ha constado de: camisa verde reglamentaria, guerrera de estilo inglés, pantalones noruegos, polainas largas, cartuchería reglamentaria de española, gorrillo con ribete verde (propio de las tropas de montaña), botines de piel girada y una mochila de estilo checoslovaca cargada con (de entre otros artículos) un par de alpargatas, una manta y un casco modelo Azaña 1938; todo con un peso a la mochila de 9 Kg aproximadamente.
La excursión constado de unos 6 o 7 kilómetros (mucho aproximadamente), desde Santa Cre ude d’Olorda hasta el monasterio abandonado de Valldonzella, después hasta poblado ibérico de la Penya del Moro (Sant Feliu de Llobregat) y, finalmente, deshacer el camino hecho hasta, otra vez, a Santa Cruz de Olorda; perfectamente unas 4 horas (más o menos).
Si bien este artículo no será un detallado resumen de la excursión, estará más enfocado hacia las sensaciones físicas y personales de hacer una caminata imitando la uniformidad de hace 80 años.
Entiendo que cualquier lector no pueda compartir aquello que explique por el sol hecho que estas líneas son la experiencia subjetiva de una vivencia; cada cual puede tener una percepción diferente de la misma realidad. Dicho esto, manos a la obra.
Los atuendos de época pueden resultar sorprendentes. Es extremadamente simple pero altamente funcional. Por ejemplo, la mochila no consta de ningún tipo de sistema de acolchado ni en las cintas de los hombros ni al dorso de esta; cosa que hace que se pueda notar con facilidad como el peso se concentra a los hombros y, a la larga, pueda hacer que se carguen las cervicales. Aun así, reitero que es sorprendente que en una mochila con una capacidad de un 15 – 20 litros se puedan meter 9 kilos de equipo y no te hagas polvo a los 5 minutos de andar.
Y ahora un pequeño experiemento del todo improvisado. Cuando quedaban poco más de 3 kilómetros para llegar de nuevo a Santa Creu d’Olorda hablábamos con los compañeros de mirar de hacer una ruta por montaña con alpargatas y, aprovechando que llevaba unas en la mochila por si hubiera cualquier contratiempo con el calzado que llevaba, hemos parado un momento para hacer el cambio de calzado y ver hasta qué punto se podía andar de forma dinámica con unas alpargatas de vetas. Pues vaya! Eran más cómodos que no los botines de piel girada. Y, sin querer posarme medallas y haciendo un esfuerzo de objetividad, hubiera podido aguantar unos 2 o 3 kilómetros más con las alpargatas.
Si cualquier persona quisiera probar de ir a hacer montaña con alpargatas hay que recordar que se tiene que tener cuidado. El esparto es un tejido que nafra con facilidad el pie, sobre todo si es nuevo. Por lo tanto mi consejo antes de aventurarse a hacer una caminata con alpargatas es: si estas son nuevas, limar la suela con papel de lija para suavizar el esparto. También hay que tener presente que es recomendable acostumbrar el pie al tacto “abrasivo” del esparto, así que si no estáis acostumbrados a andar con alpargatas, antes dedicaros a calzarlas por la calle o para hacer montaña ligera SIEMPRE con un calzado de repuesto.
Que recreació històrica i arqueologia experimental van de la mà es evident, ja que quan t’uniformes o vesteixes saps que passaràs a sentir el que marca la roba que portes al damunt. Però, i tot el que l’envolta?, també es possible que hagis hagut de fer reparacions a equips, cosa que implica en certa manera aquestes sensacions.
Avui, però, he passat a crear un equip exterior, tot basant-me en una lectura que per desgracia no puc recordar i en la que explicava com creaven una lona de camuflatge tot bullint una peça de roba en pi i plantes del terreny.
La peça escollida per fer l’experiment ha estat un vell llençol tacat de pintura que tenia destinat ser draps, de manera que si l’invent no sortia bé, els draps es feien igual.
El següent va ser la tria de vegetació, sent el llorer del pati la base i afegint alguns cigrons que tenia per casa, tot al foc i au a iniciar l’experiment.
Primer de tot…la olla no es tan gran i si posava massa aigua sobreeixia, de manera que no ha quedat més remei que anar remenant per fer que el resultat quedés si fa no fa igual. Cosa que es va fer vora dos hores de temps, que va donar per aconseguir un verd prou interessant, per bé que apagat, i que si bé trencava el blanc de l’original no m’acabava de fer el pes.
I si bé ja s’havia demostrat que el que es deia al llibre era cert, he de confessar que el resultat no m’acabava d’atraure, quedant a l’aire si el llençol acabava com a draps, cosa que de fet, ha estat apunt de passar.
Però nois, el destí, o el fet de trobar una branca de pi caiguda mentre passejava la gossa li ha donat la segona oportunitat, fent aquesta vegada la mescla de pi i altre cop llorer, repetint el ja descrit però vora tres horetes, veient ben aviat que aquesta vegada l’enfosquiment era superior i que no seria ni marró ni verdós, més aviat grisós. Resultat que dono per bo. Si no fos que al mostrar el fet a les xarxes vaig rebre nombrosos consells de gent que ho ha fet abans que jo.
Des de posar un a peça de ferro vell mentre es bull per fixar el color, i de pas colors més freds, a diferents ingredients per bullir i així aconseguir colors diferents tot passant per consells de teixit natural i ja vell. Decidint-me per un tercer bullit amb ferro vell, de no més de hora i mitja, que si bé no va modificar el color em fiaré de que va fixar el color.
Ara sí donant per acabat l’experiment, molt profitós per veure que una cosa llegida era certa, malgrat el resultat ben segur que es millorable.
Oriol Miró Serra
13 de setembre de 2020
Recrear y experimentar, la lona de camuflaje artesanal.
Que recreación histórica y arqueología experimental van de la mano es evidente, ya que cuando te uniformas o vistes sabes que pasarás a sentir lo que marca la ropa que llevas encima. Pero, y ¿todo lo que lo rodea?, también es posible que hayas necesitado hacer reparaciones a equipos, cosa que implica en cierto modo estas sensaciones.
Hoy, pero, he pasado a crear un equipo exterior, basándome en una lectura que por desgracia no puedo recordar y en la que explicaba como creaban una lona de camuflaje hirviendo una pieza de ropa en pino y plantas del terreno.
La pieza elegida para hacer el experimento ha sido una vieja sabana manchada de pintura que tenia destinado ser trapos, de modo que si el invento no salia bien, los trapos se hacían igual.
Lo siguiente fue la elección de la vegetación, siendo el laurel del patio la base y y añadiendo algunos garbanzos que tenia por casa, todo al fuego y arrancamos el experimento.
Primero de todo…la olla no es tan grande y si ponía demasiada agua sobresalía, de modo que no ha quedado más remedio que ir removiendo para hacer que el resultado quedase más o menos igual. Cosa que se hizo alrededor de dos horas de tiempo, que dio para conseguir un verde bastante interesante, aunque apagado, y que si es cierto que rompía el blanco original no me acababa de convencer.
Y si ya se había demostrado que lo que se decía en el libro era cierto, debo confesar que el resultado no me acababa de atraer, quedando en el aire si la sabana acababa como trapos, cosa que de hecho, ha estado apunto de pasar.
Pero chicos, el destino, o el hecho de encontrar una rama de pino caída mientras paseaba la perra le ha dado una segunda oportunidad, haciendo esta vez la mezcla de pino y otra vez laurel, repitiendo lo ya descrito pero alrededor de tres horitas, viendo muy temprano que esta vez el oscurecimiento era superior y que no seria ni marrón ni verde, más bien grisáceo. Resultado que doy por bueno. Si no fuese que al mostrar lo hecho en redes recibí numerosos consejos de gente que lo ha hecho antes que yo.
Des de poner una pieza de hierro viejo mientras hierve para fijar el color, y de paso colores más fríos, a diferentes ingredientes para hervir y así conseguir colores diferentes hasta pasando por consejos de tejido natural y ya viejo. Decidiéndome por un tercer hervido con hierro viejo, de no más de hora y media, que si bien no modificó el color me fiaré que fijó el color.
Ahora si dando por terminado el experimento, muy provechoso por ver que una cosa leída era cierta, a pesar que el resultado seguro que es mejorable.
Per aquesta vegada ens vam decidir per la vessant civil, tot buscant roba d’excursionisme, i agafant una ruta que ens portés per elements patrimonials del Parc Natural de Collserola. Enllaçant dos activitats que si bé en un principi considerem que recorren camins separats, es demostra que recreació històrica i coneixement de patrimoni poden caminar junts. Si es que no es el camí real a seguir.
Respecte la roba, vam optar per la doble línia d’excursionisme, sent el meu cas un de muntanya mitja alta que es componia per botes de canya alta, pantalons durs i resistents, camisa blanca (necessària per trencar el caqui que em teníeu vist darrerament), barret d’ala ample i motxilla «de les d’abans» amb el triangle metàl·lic a l’esquena, carregada amb el necessari per una sortida matinal.
Tot això coronat per una vella maquina de fotografiar Kodak Junior 620 que ens situaria encara més en el paper d’excursionistes que descobreixen o redescobreixen el patrimoni.
Les sensacions, que al capdavall es el que es busca amb l’arqueologia experimental, van ser variades. La calor es pot deure tranquil·lament a la roba escollida i que encara estàvem a mes d’agost, però, i sent sincers. Més d’un recreador us dirà que la calor ve intrínseca en «l’ofici».
La bota alta exerceix de polaina a la perfecció, dotant de protecció peus i turmells per matoll baix, agilitzant el pas.
Respecte la motxilla, aquest es el gran canvi, ja que si a mi no em ve de nou el fet de portar motxilla, les característiques d’aquesta es fan sentir. I es que les actuals són molt més lleugeres, per bé que la seva forma va fer que la sensació d’estar ben posada fos en certa manera més ferma que alguns models que es poden gastar ara. Per bé que ja cap al final de la ruta podies notar com l’arc que fa que s’ajusti a la ronyonada es clavava una mica, cosa que atribuirem a la falta de costum.
Per aquesta sortida, vaig escollir una indumentària més estiuenca; així que vaig triar un polo de màniga curta, aquest amb una textura coneguda com a waffle i un coll amb forma de punta de llança o spearpoint. Aquests detalls el fan ostensiblement diferent d’un polo modern, normalment fet del típic cotó “piqué” i amb colls de dimensions més reduïdes.
Els pantalons són uns shorts, però amb un patró del tipus utilitzat als anys 30-40, marcadament mes generós en dimensions si el contrastem amb la moda actual. Es corresponen a una de les variants dels shorts utilitzats per l’exèrcit britànic com a part de l’uniforme de cotó dril (un material resistent, comparable al denim) per clima tropical: oficialment, Khaki Drill, Shorts. Val la pena aclarir que, pels britànics, el caqui és un color sorra, no una tonalitat verdosa com ho és per nosaltres. Com a curiositat, el mot khaki és originalment provinent de l’indostanès, una llengua de l’Índia, i significa “del color de la pols”. Els britànics van manllevar la paraula quan van començar a equipar, el 1846, soldats del seu exercit colonial en aquelles contrades , amb uniformes d’un color discret.
Per acabar, el cobrecaps és una gorra de pannells amb plecs a la part posterior, de cotó més lleuger.
Aquestes peces són de fabricants o artesans especialitzats en reproduccions de modes d’època, a saber: el polo, SJC (UK), els pantalons, “Soldier of Fortune” (UK), i la gorra, Barry Simonds (USA).
La impressió general és la d’un excursionista equipat per a una sortida “lleugera”. Com ja vaig esmentar a l’article anterior, els detalls específics de la roba i la manera de portar-la són els elements que transmeten un aire vintage inconfusible, fins i tot pel públic profà.
Una altra observació: si s’incorporen peces d’excedent militar en un conjunt civil, cosa que pot ser perfectament plausible, és aconsellable combinar-les amb peces clarament «de paisà», tant en estil com en colors, per a evitar una imatge massa «paramilitar».
Avui el dia s’ha llevat ennuvolat, de fet ha plogut i tot a la nit, de manera que s’ha presentat una temperatura d’allò més raonable per enfundar-se de nou l’uniforme i, aquesta vegada improvisar. Triant la base de l’anterior sortida però afegint una branca d’ametller a mode de bastó, el cartutxerí de sanitat i el gorret del mateix ram. Afegint una variant de gorra noruega que aquí es va utilitzar per fer els trams més urbans i evitar possibles mirades, que no es poden evitar totes…
Soc plenament conscient que em falta company d’equip…i llitera portable entre dos, apart apreciareu el color groc de sanitat militar i que la cartutxera es més gran
Arribar a la Carretera de Vallvidrera via escales de Font del Mont no ha tingut més dificultat que la de trobar la posició de la cartutxera i la física, i es que la pujada s’ho val. Agafant des de la carretera el camí de terra que careneja i arriba fins Torre de Collserola, on he trobat una parella amb nen que m’ha donat la oportunitat d’explicar que feia i que es la recreació. No sé si han marxat molt convençuts, però ho han entès. Aquest tram ha estat duret a causa de la natura relliscosa del terreny, fent servir el bastó en més d’una ocasió, i seguint cap al cim del Tibidabo, on no he arribat per desviar-me vers la font de la Budellera per anar a fer un mos en un lloc en condicions.
Que un uniforme llueixi, per mirar l’hora un rellotge, tal vegada requisat a algun mort…
Un cop refetes les forces i beguda l’aigua d’aquesta magnifica font, ha tocat tornar, via Vallvidrera fins a Turó d’en Corts, no presentant aquest tram cap dificultat. La dificultat ha començat tot baixant del turó, on altre cop el bastó ha estat de gran ajuda donada la natura relliscosa del terreny de nou que s’unia a la falta de sola que presenten les botes, que fa mirar com i on trepitges, tal com vam comentar en l’anterior article.
De prop clar que soc visible, però heu de pensar amb una mica més de distancia i qui sap si una mica més de temps per amagar-se
Però, i ja que hi érem, he aprofitat per fer una foto buscant la confusió dels colors ocres i verds amb el terreny. Cert que haureu de posar un xic d’imaginació comparant amb robes de colors més vius que es solen portar ara. En aquest punt haureu de disculpar la foto, però es que cinc segons no donen per tant, però confio que la imatge us faci el fet demostratiu.
Però no s’ha acabat allà l’experiment, i es que ja sota la carretera de les aigües he vits un bon lloc per experimentar el «fer-se petit».
Un simple moviment de ajupit a estirat, i fa que siguis menys visible
Altre cop, haureu de disculpar la posició, però confio que es vegi la importància de la posició corporal, ja que es l’únic factor que ha canviat. Mateix lloc, mateix angle, diferent posició, de manera que de ben segur apreciareu la diferencia. I òbviament que m’hagués pogut estirar del tot, però aleshores només haguéssiu vist plantes.
I ara si, ja només ha quedat tornar, donant per acabat l’experiment del dia. Que tot i no tenir un guió especific qualificaria d’allò més profitós.
Oriol Miró Serra.
16 de Juliol de 2020.
Un simple moviment de ajupit a estirat, i fa que siguis menys visible
Avui el dia s’ha llevat rúfol i amb una temperatura d’allò més raonable per ser juliol, cosa que m’ha animat a fer un experiment que portava de cap de feia dies, i aquest era fer una ruta per racons coneguts amb roba que utilitzo per recrear, permetent-me fer una comparativa de roba moderna i roba antiga. Triant per l’ocasió la ruta de Carretera de les aigües, de la Serra de Vilana a Turó d’en Corts i d’allà a les bases dels antiaeris de Sant Pere Màrtir, considerant aquestes restes del conflicte com un bon final per l’experiment.
Els antiaeris de Sant Pere Màrtir tenen una gran vista sobre la vall del Llobregat
El primer ha estat triar la roba, escollint: Bota, pantalons de cotó rectes, una camisa relativament fresca i un parell de gorres (un per les zones urbanes no tan militar i l’altre una gorra isabelina amb els colors d’infanteria de muntanya), tot amanit amb un sarró de campanya amb l’equip mínim de recreació. No agafant més impedimenta per assegurar-me un mínim de tranquil·litat en el trajecte proper a la ciutat, i es que no podem demanar a la gent saber distingir entre cartutxeres en desús vers les de ús, per més que els recreadors en sabem la diferencia.
Ja a al Passeig de les Aigües veiem cap on anirem
Arribar a la capelleta de la Serra de Vilana no ha estat difícil, tram bàsicament urbà fins que he enfilat el camí de terra que em portaria a la font de partida, sent ja necessari un ajustat de bota i mitjons, més gruixuts que els habituals d’estiu donada la poca transpirabilitat de la pell de les botes, res greu, no patíssiu. Notant ja a la mateixa font del Passeig de les aigües que tot i triar la roba «fresca» de l’uniformes, la calor podria ser semblant a dies més clars amb roba moderna i lleugera actual. Res greu tampoc, porto prou anys com per saber que aquesta roba es més gruixuda i càlida.
Veureu que el vaset està penjat del sarró, «en batalla» no seria el primer cas que algú el perd així. Avui es podia ja que només caminava i el passeig te nombroses fonts
De la capelleta al trencall per anar a Turó d’en Corts la baralla ha estat trobar la posició exacte del sarró, que avui no li trobava el truc i algun dels ferratges em molestava un xic, de nou dificultat menor superada amb facilitat. I es que els primers moments de tota ruta, moderna o «antiga» es on es fan els primers ajustaments vers el confort.
Ara veieu la raó de portar el vaset fora, així no calia obrir el sarró
La pujada cap a Sant Pere Màrtir ja ha portat alguna dificultat més, sobretot relacionada amb el calçat. Si que havia triat bota, millor que altres calçats com podria ser una espardenya, però aquesta no es com les actuals que tenen un dentat a la sola. La sola de la meva es bàsicament plana amb uns talls fets al cautxú, que si bé m’aïlla de possibles humitats del terra, fa que relliscar a les pedres sigui més fàcil que amb les actuals. Cal prendre alguna precaució extra com mirar més terra i mirar on trepitjaràs abans, però tot sigui això.
Una manera de reparar les soles era agafar un tros de pneumàtic que ja no servís per rodar
Ja a Sant Pere Màrtir he aprofitat per obrir el sarró, a mode de fer la fotografia que demostrés que no portava res inapropiat. Cantimplora i vaset, petaca, plat i coberts, llanterna, encenedor, carpeta amb papers personals, i llauna de sardines que m’ha fet d’esmorzar. No he portat les coses d’afaitar ni cosir que tinc en un altres sarró més petit tot adaptant-me a l’objectiu de sortida matinal.
Contingut del sarró, amb detalls personals del personatge creat
Quedant ja la tornada, mancada de dificultats. Sóc conscient que en l’experiment han faltat elements, estic segur que la cartutxería espanyola hagués marcat mobilitat. Un casc hagués afegit vora un quilogram al meu equip, evidentment ni parlar d’un fusell per més fals que sigui…
Considero que tots aquests elements haguessin causat alarma i potser hagués tingut visita no desitjada de les autoritats. Elements que si hem pogut portar en entorns controlats com la Cursa dels Biberons a Pinell de Brai que esperem repetir, dels quals ja coneixem el seu comportament però que per alguna raó no hem escrit mai, i potser ja tocaria…
6 de junio de 2020: Didpatri, Primera Linea, XV Brigada Mixta
12 de junio de 2020: ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL “VOLUNTARIOSDEMADRID 1808-1814”, GRUPO DE RECREACIÓN HISTÓRICA EL COMITÉ, ASOCIACIÓN DE RECREACIÓN HISTÓRICA “VOLUNTARIOS DE FAYÓN”
GRUP DE RECREACIÓ HISTÒRICA DIDPATRI
Y ahora que? La recreación post Covid 19
Más o menos sobre lunes pasado recibimos la noticia de la suspensión de la recreación de Fayón, la más veterana en Guerra Civil Española y que este año hubiese cumplido trece años. Y si bien era una noticia esperable, sigue siendo una mala noticia.
Con pesar, y después de ya muchos suspendido o pospuestos, aparece la pregunta. ¿Que hacemos ahora?
Lo que parece evidente es que el formato de grandes recreaciones con grandes aglomeraciones, ha quedado, al menos en pausa por un tiempo todavía por determinar. Siendo necesaria una reinvención de formatos, que dependiendo de los grupos sera más o menos difícil.
En lo que afecta nuestra filosofía, donde primamos los expositores, si bien harán falta cambios, no se ven tan dramáticos como otro que se haya basado en los grandes espectáculos de batalla. Disciplina que por otro lado también sabemos hacer.
Pero, y antes de empezar a entrar en materia, quizá tendríamos que re introducir el concepto expositor, que ahora definiremos como una instalación con cierta cantidad de material didáctico, sea expuesto o interactivo. Alrededor del cual se junta cierta cantidad de gente, esta asistida por personal propio del expositor. Apareciendo los problemas que todos somos conscientes, el de la agrupación de gente y su asistencia.
Y si este formato permite un mayor control de afluencia que un acto masivo, siendo este masivo de más difícil control, eso no significa que este formato más pequeño quede libre de riesgos.
Conceptos como la distancia social ahora tan recurrentes necesitan ser tomados en cuenta, y esta puede ser por ejemplo poniendo un tablón por delante, siendo a la practica un paso atrás hacia a la barrera cero que llevamos un tiempo promulgando. Paso atrás que siempre puede ser corregido cuando la ciencia encuentre la solución al virus.
Sobre la asistencia personal, esta jugará, o tendría combinando la distancia social. Como primera opción pensaremos en les mascarillas, evidentemente desentonando de nuestros uniformes. Pero si se nos pide se tendrá que cumplir, a no ser que encontremos algún modo de mantener alejado al recreador del público.
Pero, ¿y si marcamos una distancia segura con cuerdas? El dialogo con la persona que pregunta seguirá estando, pero, el miedo siempre estará y no se hasta que punto este punto es aplicable ahora mismo. Lo único que podemos regular es la cantidad de asistentes por expositor, evidentemente en cantidad baja.
Llegamos a la interacción con la gente, donde dejábamos tocar y hasta hacíamos alguna actividad con el espectador, siendo este uno de los grandes baluartes de la barrera cero. Temo que esta puede tardar en volver, a no ser que adaptemos las medidas de guantes y desinfectantes, que tampoco seria un drama en tanto que es temporal, o eso esperamos. Por bien que otra vez chocamos la distancia social.
Eso en cuanto a los factores que dependen de nosotros, pero que hacemos con los que no dependen de nosotros, como pueden ser ubicación, flujo de gente en el interior de los espacios habilitados. Para empezar temo que tendremos que ser expertos en calculo de superficie para evitar aglomeraciones, además de ponernos unos límites de tiempo para evitar las excesivas esperas y aglomeraciones de gente.
Pero va, no nos pongamos pesimistas e intentemos buscar soluciones creativas:
I si en lugar de un expositor grande y completo hacemos tres interrelacionados pero separados. ¿No creéis que esta disposición obligaría a la circulación de la gente? Eliminando de paso el problema de los atascos?
El tema didáctico quizá lo podemos resolver con audio a través de megafonía, si ahora lo hacíamos con la música, bien podemos probar con explicaciones. Y si lo hiciéramos con audiovisuales también, mostrando procesos y elaboraciones, se tendría que trabajar antes como el audio, quien sabe si hasta crear.
Claro que también podemos tirar del formato visita guiada en grupos limitados, ya probado. Realmente minimizamos a los guías el riesgo, y estos protegidos adecuadamente, convirtiendo a los encargados de expositor en un «atrezzo» más, que tomando las distancias adecuadas no tendría que llevar medidas de protección. Y total, si ya hemos destruido temporalmente la proximidad y la participación, este paso tampoco es traumatico para nosotros, y el publico puede seguir aprendiendo.
En cuanto al formato batalla, por ahora no veo solución, ya que desnaturaliza del todo el formato. Evitar les aglomeraciones implica no ir en formaciones de ningún tipo. Y como sabéis estas van relacionadas a la movilidad militar empezando de escuadras para arriba.
El publico tampoco se puede agrupar en zonas, y para reunir quinientos visitantes, por ejemplo…, necesitariamos un espacio nunca visto hasta el momento, además de no garantizar su visibilidad. A no ser que fuera un espacio amplio y ordenado como podría ser una grada. No es una tontería, ya es ha visto la recreación de la Batalla de Almansa.
Con esto, solo se arregla la seguridad del publico, no la desnaturalización de la batalla. Punto que no veo solucionable, a no ser que esta desnaturalización fuese aceptada por organizadores del acto.
Ahora, y para acabar con tales augurios y dudas, queda la certeza que la solución científica llegará y que podremos volver a los viejos métodos, siendo este episodio un tiempo de experimentación del cual seguro que sacamos conclusiones
El gran sacrificado será el concepto Barrera Cero
GRUPO DE RECREACIÓN PRIMERA LÍNEA
Reflexiones sobre recreación tras la COVID-19
Esta semana nos preguntaban como pensábamos que seria la vuelta a la recreación histórica tras la pandemia de Covid, realmente una muy buena cuestión que trasladamos a los miembros del grupo y….SORPRESA hubo tantas predicciones como miembros opinaron, la causa de ello, el desconocimiento de esa tan nombrada «nueva normalidad» así como de los posibles rebrotes de la enfermedad.
Todos estamos de acuerdo en primar la salud tanto de recreadores como de visitantes a estos eventos, por lo que cuando se retome la actividad debe asegurarse estos 2 puntos, no debiendo tomar riesgos innecesarios por el bien de todos. Entonces, ¿que vamos a hacer?, bueno pues de momento esperar y mientras dar vueltas a la cabeza pensando las posibles opciones que tenemos en las manos pensando en ciertas cosas:
¿Distancia de seguridad?: en el público difícil pero conseguible con la ayuda de todos, en las trincheras ya es inviable y el hecho de tener mascarilla en nuestra opinión arruinara la recreación en si.
¿Es el fin de las recreaciones por un largo tiempo?: pues es una opción que aunque no nos guste, existe, si bien podemos intentar modificar el formato hacia algo mas reducido, con displays en vez de combates en trincheras o enfrentamientos mas «reales» donde los recreadores guarden la distancia de seguridad, si bien esto ultimo puede ser también enormemente difícil.
¿Habrá restricciones a la hora de dar las autorizaciones gubernativas?: seguramente, sobre todo al principio tanto para aforo como para recreadores en base a la superficie donde se vaya a llevar a cabo el evento en cuestión.
En conclusión, podemos decir aquella frase tan nuestra de «lo más seguro es que cualquiera sabe», vivimos tiempo históricos que por ser únicos y carecer de experiencia, todo lo que queramos intentar predecir no es más que un ejercicio de imaginación, estando abiertas todas las opciones, desde la prohibición más absoluta, hasta la antigua normalidad por la existencia de una vacuna, la desaparición del virus…
De todas formas las mentes recreacionistas están abiertas y las ganas de volver a llevar a cabo esta afición son altas, por lo que suceda lo que suceda estamos seguros que se encontrara una solución acorde a las condiciones del momento y seguiremos haciendo lo que mas nos gusta, aunque no sepamos como aun.
Estas concentraciones en poco espacio no podrán ser por el momento
GRUP DE RECREACIÓ HISTÒRICA XV BRIGADA MIXTA
REFLEXIONES SOBRE LA REPERCUSIÓN DEL COVID-19 EN LAS RECREACIONES HISTÓRICAS
Debido a esta endemia que nos ha tocado vivir están siendo tiempos difíciles para mucha gente, la información que nos llega y los cambios sociales son muy veloces, en algunos casos precipitados, y digo que está siendo porque no se ha acabado, está empezando.
Sabemos que en este momento hay asuntos mucho más prioritarios y vitales que volver a hacer recreación histórica, este escrito solo quiere hacer reflexionar sobre aspectos importantes de esta situación que también tocan a la actividad de la que formamos parte.
Quizás porque en nuestra asociación hay personas que pertenecen al sector sanitario y asistencial que han estado luchando contra el covid-19 en primera línea y han visto y vivido lo que realmente ocurre, nuestras reflexiones sean muy restrictivas en lo que a la vuelta de actos de recreación histórica se refiere, independientemente de la época a recrear.
Lo primero es que para poder realizar cualquier evento o espectáculo cultural se necesitará el permiso de los ayuntamientos, comunidades o delegaciones de gobierno, tal como venía siendo habitual, a lo que se añadirán todas las nuevas medidas de protección sanitaria y seguridad contra el coronavirus y no sé hasta que punto las administraciones tendrán intención, ganas, presupuesto, etc. para organizar o permitir estos actos.
En el supuesto que, más adelante, se permita alguna recreación histórica esas medidas de protección han de ser prioritarias, seguramente determinadas por la administración pertinente, pero han de ser respetadas al máximo por recreadores y público, como todos sabemos distancia, desinfección, mascarillas o guantes son las opciones que tenemos para defendernos del virus.
Hasta que algún remedio, vacuna, fármaco o tratamiento no sea efectivo de una manera generalizada para la mayoría de la población está claro que no podemos realizar las recreaciones como hasta ahora se venían haciendo, sobre todo las más espectaculares, con 150 o 200 recreadores y centenares de espectadores, con lucha cuerpo a cuerpo, apiñados en trincheras y con poca o ninguna distancia social. Esto tiene que quedar muy claro, las administraciones pondrán normas, límites de aforo, etc. pero somos los participantes, los recreadores y el público los que tenemos que ser responsables a la hora de cumplirlas durante la recreación.
Seguramente una de las medidas más controvertidas con la que nos encontremos los recreadores sea la de llevar mascarilla, siendo una prenda o complemento totalmente anacrónico para todas las épocas, salvo si estas recreando un hospital de campaña del siglo XX. Dependiendo de la situación de la pandemia las administraciones correspondientes determinarán si su uso es obligatorio, con lo que se acaba la controversia, o aconsejable, con lo que debemos ser responsables, llevándola puesta lo más posible.
Todo esto no quiere decir que tengamos “sequía” recreadora y que debamos enfundar vestidos y uniformes en el armario durante una larga temporada. Existen opciones como las recreaciones en un formato más pequeño, más divulgativas y didácticas tales como museos o trincheras vivientes, relacionadas con visitas guiadas a escenarios históricos, de combate o explicaciones de patrimonio histórico, donde se puede controlar mucho mejor la cantidad de asistentes y las medidas de seguridad.
Este tipo de actos se vienen haciendo desde hace tiempo, pero últimamente están aumentando y tomando cierta notoriedad, son bastantes los grupos de recreación que apuestan por este tipo de eventos donde se pueden dar a conocer aspectos históricos quizás menos conocidos por la mayoría de la gente y no tan centrados en batallas o combates. Es una opción que permitiría a las asociaciones seguir activas y a las administraciones volver a una cierta normalidad en lo referente a actos culturales, aunque sea en pequeño formato.
Más adelante veremos como funciona el tema de los desplazamientos entre territorios, pero de momento y hasta que la situación de la pandemia no esté asegurada nos tendremos que quedar cerca de casa a recrear, donde existe la posibilidad que miembros de una asociación puedan reunirse, con las medidas de seguridad pertinentes, para realizar alguna actividad como sesiones de fotos, ya sea mostrando diferentes uniformidades o recreando imágenes de la época. También se pueden recrear momentos históricos o muy señalados de los que existe información ya sea de libros, diarios o de forma oral pero no hay testimonio fotográfico. Otra opción sería recopilar testimonios de familias, historias locales transmitidas, memorias y recuerdos de esa época para poder plasmarlas en imágenes.
Habrá que reinventarse y buscar alternativas, esperando llegar a una cierta “normalidad” en un futuro no muy lejano, con recreaciones más amplias y de varios grupos, pero con precaución y sin prisas, esperar y ver la evolución de la pandemia.
SALUD.
Als museus vivents es mes fàcil prendre mesures de seguretat
amb grups reduïts de públic. ( imatge prèvia a la pandèmia )
El impacto de la pandemia de COVID-19 en el ámbito de la recreación histórica es un hecho que ya se ha dejado notar con la cancelación de diversos eventos –Badajoz, Zaragoza y Waterloo, en época napoleónica, y Lopera o Fayón en el ámbito de la recreación de la Guerra Civil Española–.
Sin embargo, estas cancelaciones o aplazamientos no tienen previsiones de ser hechos aislados en el tiempo, sin repercusiones más allá de una u otra fecha. El coronavirus está cambiando –si es que no ha cambiado ya– la realidad socioeconómica de nuestro país.
Como afirman muchos especialistas, medios de comunicación y grupos de recreación, la realización de eventos multitudinarios, con centenares de recreadores y un número sobradamente mayor de espectadores, será un recuerdo durante un tiempo dolorosamente largo. Actualmente, a día siete de junio, nadie se plantea realizar un evento de recreación histórica antes del mes de septiembre.
Pero la reflexión sobre cómo afectará la pandemia a esta actividad cultural no puede quedarse en las repercusiones cortoplacistas, o si a medio plazo se podrán organizar eventos imponiendo al público la molesta (pero necesaria) distancia de seguridad.
Lo que uno debe plantearse es si resulta efectivo adaptar las actividades clásicas a la “nueva normalidad”, que de normal no tiene más que el nombre. Lo que uno debe plantearse, es si las entidades públicas que tradicionalmente han financiado estos eventos tendrán la capacidad y la voluntad de seguir haciéndolo cuando las consecuencias económicas del virus nos azoten con mayor virulencia.
El ayuntamiento de Bailén, firme promotor de la recreación de la batalla homónima de 1808 y miembro de la Asociación Napoleónica Española, ha anunciado recientemente la cancelación de la recreación anual, y la destinación de sus fondos a un plan de empleo público que mitigue el impacto de la crisis sobre sus ciudadanos.
Atendiendo a esta noticia , en la que se anuncian medidas necesarias para Bailén, pero demoledoras para la recreación histórica tal y como está planteada actualmente, una pregunta acude a la mente de cualquier recreador ¿cuál será la actitud de otras entidades públicas, menos volcadas hacia nuestra actividad, en los dos años venideros?
A esto hay que sumar la otra circunstancia ya mencionada, la distancia de seguridad. Mientras esta norma esté activa, organizar una recreación con público es sencillamente utópico. Sólo los pequeños eventos privados, hechos por y para los recreadores, serán viables; de esta manera, el principal objetivo de la recreación, la divulgación, es imposible de verse cumplido.
Pero más allá de esto, cuando el distanciamiento social no sea ya necesario, muchas personas recelarán, sin duda, de acudir a eventos multitudinarios que tanto impacto han tenido en la propagación del virus en nuestro país. El público será reticente a ir a una recreación.
Es por ello que, en suma, las asociaciones de recreación histórica debemos inventar –o copiar– estrategias comunicativas y económicas que permitan que nuestras enseñanzas sigan difundiéndose entre la ciudadanía, inculcando el amor por la historia y nuestro patrimonio.
Las grandes recreaciones se enfrentan a un posible cambio de paradigma
GRUPO DE RECREACIÓN HISTÓRICA EL COMITÉ
Recrear en un mundo post Covid-19
El virus del COVID-19 ha creado profundas cicatrices que, aunque no se vean, están marcando el cuaderno de ruta de personas particulares y organismos públicos. La mascarilla puede ser incómoda y puede dar calor, pero lo cierto es que ha llegado para quedarse, por lo menos una temporada.
En lo relativo a la recreación histórica, no se puede recrear con mascarilla porque rompería frontalmente toda la inmersión. Y la inmersión en el periodo histórico tiene que ser una de las aspiraciones mínimas de cualquier evento de recreación histórica. La solución tampoco pasa por recrear con máscara de gas, en primer lugar porque puede ser peor el remedio que la enfermedad (muchos de los filtros resultan, casi un siglo después, perjudiciales para la salud) y en segundo lugar porque podría darse el error de transmitir al público que, en la Guerra Civil, se combatía activamente portando equipamiento antigás.
Pero no deberíamos centrarnos solamente en Guerra Civil y deberíamos mirar más allá. ¿Qué medidas exigirán en recreación medieval? ¿y en napoleónica? Lo verdaderamente importante es que probablemente nos haya tocado vivir una época de eventos pequeños, alejados de las grandes masas de combatientes y de los combates cuerpo a cuerpo: eventos tranquilos, divulgativos. Sería necesario reconvertir los esfuerzos que cuesta hacer una orgánica de mandos en crear un guión, por ejemplo, o preocuparnos de hacer pequeños grupos de asistentes en vez de los amplios graderíos en los que se han apelotonado hasta ahora. La principal idea de cualquier organizador tendría que ser la de cuidar la salud de los asistentes, ya que sin asistentes no hay divulgación.
De igual forma, vamos a encontrarnos con una restricción en las autorizaciones porque ningún ayuntamiento quiere ser el culpable de un brote en su localidad. Esos mismos ayuntamientos están reinvirtiendo el dinero de las recreaciones y fiestas patronales que este 2020 no se van a poder celebrar en planes que mitiguen los adversos efectos de la pandemia en la economía.
Estamos en un escenario totalmente nuevo, del que solamente se puede especular. Nadie estaba preparado para lo que ha venido y las soluciones que están llegando, aunque sean desde el sentido común, no dejan de ser intentos de adivinar qué es lo que puede funcionar mejor, dado el contexto sanitario. Barriendo un poco hacia el contexto que recreamos, y rescatando la polémica que hubo al militarizar las milicias anarquistas los grupos de recreación no necesitan autoridad para imponer sus exigencias de manera unilateral, necesitan disciplina. Disciplina para acatar las exigencias que marquen los organismos pertinentes y mitigar las posibles amenazas.
Desde el mundo de la recreación, podemos intentar adivinar qué es lo que ocurrirá y qué podemos hacer para volver a retomar nuestra afición cuanto antes. Pero no dejará de ser un pasatiempo: al final deberemos amoldarnos a lo que nos dejen hacer los organismos y las leyes pertinentes.
Por desgracia habrá que empezar a acostumbrarse a este distanciamiento social (fotografía de Roy Gardner)
ASOCIACIÓN DE RECREACIÓN HISTÓRICA “VOLUNTARIOS DE FAYÓN”
RECREACIÓN HISTÓRICA Y COVID19
Quién nos iba a decir hace tan solo unos meses que una pandemia mundial transformaría por un tiempo incierto nuestra forma de relacionarnos, de trabajar y de divertirnos, en definitiva, nuestra forma de vivir. Nos hemos tenido que adaptar rápido a una realidad donde nadie estaba preparado, ahora por fin parece que vemos luz al final del túnel, pero volveremos a nuestra habitual normalidad?, o por el contrario debemos afrontar una nueva normalidad con todas sus consecuencias? Esa es la pregunta que todos nos hacemos hoy a la hora de plantearnos un programa de recreación histórica. Grandes eventos recreacionistas y de la Guerra Civil española, como Lopera, Can Franc, Fayon han tenido que suspender o posponer sus actos en el formato habitual, debido a la imposibilidad de poder garantizar todas las medidas de seguridad y higiene recomendadas des del Ministerio de Sanidad, sin poder marcar una fecha concreta y ante la incertidumbre de un posible rebrote, la gran pregunta que nos hacemos todos los recreacionistas es: ¿Damos por perdido este 2020?.
A nuestro entender pensamos que no necesariamente hay que renunciar a todo. Más allá del gran formato de recreación de batalla, donde hay una mayor concentración de público y recreadores, es inevitable el contacto físico y el simulado cuerpo a cuerpo que infringe las actuales normas sanitarias, también hay otras interesantes propuestas que cada vez proliferan más en el mundo de la recreación histórica. Formatos pequeños de trinchera o museo viviente, exposiciones, visitas guiadas con aforo limitado, presentaciones de libros, grabaciones de vídeos, acciones que reivindican la vida cotidiana del frente o la retaguardia en la Guerra Civil española.
Estos proyectos contienen y mantienen tres elementos fundamentales en la interpretación del patrimonio histórico: Objetos, uniformidad y vestuario de la época (lo tangible), el contexto histórico en cada momento del conflicto (lo intangible),y la transmisión de determinados valores de consenso (universalidad), elementos que pueden recrearse y hacerse compatibles con la situación actual, tomando las precauciones recomendadas y ajustándonos a la nueva realidad, aunque ahí surgen de nuevo las dudas: ¿uso de mascarillas por parte de asistentes y recreadores?, ¿Uso de geles desinfectantes en los displays?, ¿Control de aforo de los asistentes y distancias de seguridad?, ¿Regulación y autorización por parte de subdelegación?, quién autoriza?, quién asume la responsabilidad?…..
Seguro que la adaptación abrirá otros debates de calado más purista, sobre si no se puede recrear así, si es anacrónico andar con mascarilla, o sobre si limpiar y desinfectar distorsiona la insalubridad de una guerra. En otras aficiones y espectáculos en momentos límites también se han abierto estos debates en torno a la seguridad, por ejemplo en el mundo de “els Castellers”, después de algún trágico accidente se aceleró el debate sobre si se debía llevar casco o no y si eso iba en contra del espíritu de la afición, al final siempre se acaba priorizando la seguridad, y hoy nadie discute que deben llevar casco y protección dental los más pequeños a la hora de levantar un “Castell”.
Creemos que lo importante en estos momentos es priorizar por encima de todo la salud y las medidas de seguridad, pero a la vez adaptarnos en la medida de lo posible para mantener la labor pedagógica y didáctica que realizamos los diferentes grupos recreacionistas para no olvidar la memoria histórica de nuestro pasado, si para ello tenemos que convivir y realizar los actos con mascarillas, distancias recomendadas, limitaciones de aforo y desinfectantes tendremos que mirar cómo adaptarnos, reinventarnos, modificar los proyectos y no dar por perdido este año 2020. En nuestra mano está que nuestra afición siga adelante y que cada vez más personas conozcan la labor que realizamos para no olvidar y aprender de nuestra historia.
6 de juny de 2020: Didpatri, Primera Linea, XV Brigada Mixta
12 de juny de 2020: ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL “VOLUNTARIOSDEMADRID 1808-1814”, GRUPO DE RECREACIÓN HISTÓRICA EL COMITÉ, ASOCIACIÓN DE RECREACIÓN HISTÓRICA “VOLUNTARIOS DE FAYÓN”
Si fa no fa el dilluns passat vam rebre la noticia de la suspensió de la recreació de Faió, la més veterana en Guerra Civil Espanyola i que aquest any hagués fet tretze anys. I si bé era una noticia esperable, segueix sent una mala noticia.
Amb tot, i després de ja molts actes suspesos o posposats, apareix la pregunta. Que fem ara?
El que sembla evident es que el format de grans recreacions amb grans aglomeracions, ha quedat, si més no en pausa per un temps encara per determinar. Sent necessària una reinvenció de formats, que depenent dels grups serà més o menys difícil.
En el que afecta la nostra filosofia, on primem els expositors, si bé caldran canvis, no es veuen tan dramàtics com una altre que s’hagi basat en els grans espectacles de batalla. Disciplina d’altra banda que també sabem fer.
Però, i abans de començar a entrar en matèria, potser hauríem de reintroduir el concepte expositor, que ara definirem com una instal·lació amb certa quantitat de material didàctic, sigui exposat o interactiu. Al voltant del qual s’ajunta certa quantitat de gent, aquesta assistida pel personal propi de l’expositor. Apareixent els problemes que tots som conscients, el de la agrupació de gent i la seva assistència.
I si aquest format permet un major control d’afluència que un acte massiu, sent aquest massiu de més difícil control, això no vol dir que aquest format més petit estigui lliure de riscos.
Termes com la distancia social ara tan recurrents han de ser presos en compte, i aquesta pot ser per exemple posant un taulell per davant, sent a la pràctica un pas enrere envers a la barrera zero que portem un temps promulgant. Pas enrere que sempre pot ser corregit quan la ciència trobi la solució al virus.
Sobre la assistència personal, aquesta jugarà, o hauria tot combinant la distancia social. Com a primera opció pensarem en les mascaretes, evidentment desentonant dels nostres uniformes. Però si s’ens demana s’haurà de complir, a no ser que trobem alguna manera de mantenir allunyat al recreador del públic.
Però, i si marquem una distancia segura amb cordes? El diàleg amb la persona que pregunta seguirà estant, ara, la por sempre hi serà i no se fins quin punt aquest punt es aplicable ara mateix. L’únic que podem regular es la quantitat d’assistents per expositor, evidentment en quantitat baixa.
Arribem a la interacció amb la gent, on deixàvem tocar i fins i tot fèiem alguna activitat amb l’espectador, sent aquest un dels grans baluards de la barrera zero. Temo que aquest pot trigar a tornar, a no ser que adaptem les mesures de guants i desinfectants, que tampoc seria un drama en tant que es temporal, o això esperem. Per bé que altre cop xoquem amb la distancia social.
Això en quan a els factors que depenen de nosaltres, però que fem amb els que no depenen de nosaltres, com poden ser ubicació, flux de gent a l’interior dels espais habilitats. Per començar temo que haurem de ser experts en calcul de superfície per evitar aglomeracions, a més de posar-nos uns límits de temps per evitar les excessives esperes i aglomeracions de gent.
Però va, no ens posem pessimistes i intentem buscar solucions creatives:
I si en contra d’un expositor gran i complert en fem tres interrelacionats però separats. No creieu que aquesta disposició obligaria a la circulació de la gent? Eliminant de pas el problema dels embussos?
El tema didàctic potser el podem resoldre amb àudio a través de megafonia, si bé ara ho fèiem amb la musica, bé podem provar amb explicacions. I si ho féssim amb audiovisuals també, mostrant processos i elaboracions, s’hauria de treballar abans com l’àudio, qui sap si fins i tot crear.
Clar que també podem tirar del format visita guiada en grups limitats, ja provat. Realment minimitzem als guies el risc, i aquests protegits adequadament, convertint als encarregats d’expositor en un «atrezzo» més, que prenent les distancies adequades no hauria de portar mesures de protecció. I total, si ja hem destruït temporalment la proximitat i la participació, aquest pas tampoc es traumàtic cara a nosaltres, i el public pot seguir aprenent.
En quan al format batalla, per ara no hi veig solució, ja que desnaturalitza del tot el format. Evitar les aglomeracions implica no anar en formacions de cap mena. I com sabeu aquestes van lligades a la mobilitat militar començant d’esquadres en amunt.
El public tampoc es pot agrupar en zones, i per reunir cinc cents visitants, per exemple…, necessitaríem un espai mai vist fins el moment, a més de no garantir la seva visibilitat. A no ser que fos en un espai ample i ordenat com podria ser una grada. No es una ximpleria, ja s’ha vist a la recreació de la Batalla d’Almansa.
Amb tot, això només arregla la seguretat del public, no la desnaturalització de la batalla. Punt que no veig solucionable, a no ser que aquesta desnaturalització fos acceptada per organitzadors de l’acte.
Ara, i per acabar amb tals auguris i dubtes, queda la certesa que la solució científica arribarà i que podrem tornar als vells mètodes, havent estat aquest episodi un temps d’experimentació del qual segur que en traiem conclusions.
El gran sacrificat serà el concepte Barrera Zero
GRUPO DE RECREACIÓN PRIMERA LÍNEA
Reflexions sobre recreació després de la COVID-19
Aquesta setmana ens preguntaven com pensaven que seria la tornada a la recreació històrica després de la pandèmia de Covid, realment una molt bona qüestió que vam traslladar als membres del grup i….SORPRESA hi va haver tantes prediccions com membres van opinar, la causa d’això, el desconeixement d’aquesta tan nombrada «nova normalitat» així com dels possibles rebrots de la malaltia.
Tots estàvem d’acord en primar la salut tant de recreadors com de visitants en aquests esdeveniments, pel que quan es reprengui la activitat s’han d’assegurar aquests 2 punts, evitant prendre riscos innecessaris pel bé de tots. Aleshores, Que farem?, doncs de moment esperar mentre anem pensant les possibles opcions que tenim a les nostres mans pensant en certes coses:
Distancia de seguretat?: entre el públic difícil però realitzable amb la ajuda de tots, a les trinxeres ja és inviable i el fet de portar mascareta, en la nostre opinió arruïnara la recreació en si.
Es el final de las recreacions per un temps llarg?: doncs es una opció que encara que no ens agradi, existeix, si bé podem intentar modificar el format vers quelcom més reduït, com displays enlloc de combats en trinxeres o enfrontaments més «reals» on els recreadors guarden la distancia de seguretat, si be això ultim pot ser també de gran dificultat.
Hi haurà restriccions a l’hora de donar les autoritzacions governamentals?: segurament, sobre tot al principi tant per aforament com per recreadors en base a la superfície on es dugui a terme l’esdeveniment en qüestió.
En conclusió, podem dir aquella frase tan nostre de «lo más seguro es que cualquiera sabe», vivim temps histórics que per ser únics i manca d’experiencia, tot el que vulguem preveure no es més que un exercici d’imaginació, restant obertes totes les opcions, des de la prohibició més absoluta, fins l’antiga normalitat per l’existència d’una vacuna, la desaparició del virus…
De totes formes les ments recreacionistes estan obertes i les ganes de tornar a portar a la pràctica aquesta afició son altes, per que passi el que passi estem segurs que es trobarà una solució conforme a les condicions del moment, i seguirem fent el que més ens agrada, encara que no sapiguem com encara.
Aquestes concentracions en poc espai no podran ser pel moment
GRUP DE RECREACIÓ XV BRIGADA MIXTA
REFLEXIONS SOBRE LA REPERCUSSIÓ DEL COVID-19 A LES RECREACIONS HISTÒRIQUES
A causa d’aquesta pandèmia que ens ha tocat viure estan sent temps difícils per molta gent, la informació que ens arriba i els canvis socials són molt ràpids, en alguns casos precipitats, i dic que està sent perquè no s’ha acabat, tot just està començant.
Sabem que en aquest moment hi ha assumptes molt més prioritaris i vitals que voler tornar a fer recreació històrica, i aquest escrit només vol fer reflexionar sobre aspectes importants d’aquesta situació que també toquen a la activitat de la que formem part.
Potser perquè a la nostra associació hi ha persones que pertanyents al sector sanitari i assistencial que han estat lluitant contra el covid-19 a primera línia i han vist i viscut el que realment passa, les nostres reflexions siguin més restrictives en el que a la tornada d’actes de recreació històrica es refereix, independentment de l’època a recrear.
El primer es que per a poder realitzar qualsevol esdeveniment o espectacle cultural es necessitarà el permís dels ajuntaments, comunitats o delegacions de govern, tal venia sent habitual, al que s’afegiran totes les noves mesures de protecció sanitària i seguretat contra el coronavirus, i no se fins quin punt les administracions tindran intenció, ganes, pressupost, etc. per organitzar o permetre aquests actes.
En el supòsit que, més endavant, es permeti alguna recreació històrica aquestes mesures de protecció han de ser prioritàries, segurament determinades por la administració pertinent, però han de ser respectades al màxim per recreadors i públic, com tots sabem distancia, desinfecció, mascaretes o guants son les opcions que tenim para defensar-nos del virus.
Fins que algun remei, vacuna, fàrmac o tractament no sigui efectiu d’una manera generalitzada per la majoria de la població està clar que no podem realitzar las recreacions com fins ara se venien fent-se, sobre tot les més espectaculars, amb 150 o 200 recreadores i centenars d’espectadors, amb lluita cós a cós, concentrats en trinxeres i amb poca o cap distancia social. Això ha de quedar molt clar, les administracions posaran normes, límits d’aforament, etc. Però som els participants, els recreadors i el públic els que hem de ser responsables a l’hora de complir-les durant la recreació.
Segurament una de les mesures més controvertides amb la que ens trobarem els recreadors sigui la de portar mascareta, sent una peça o complement totalment anacrònic per totes les èpoques, excepte si estàs recreant un hospital de campanya del segle XX. Depenent de la situació de la pandèmia les administracions corresponents determinaran si el seu ús és obligatori, amb el que se acaba la controvèrsia, o aconsellable, pel que haurem de ser responsables, portant-la posada la major estona possible.
Tot això no vol dir que tinguem “sequera” recreadora i que haguem de desar vestits i uniformes a l’armari per una llarga temporada. Existeixen opcions com les recreacions en un format més, més divulgatives i didàctiques tals com museus o trinxeres vivents, relacionades amb visites guiades a escenaris històrics, de combat o explicacions de patrimoni històric, on es pot controlar molt millor la quantitat d’assistents i les mesures de seguretat.
Aquest tipus d’actes es venen realitzant des de fa temps, però últimament estan augmentant i prenent certa notorietat. Són bastants els grups de recreació que aposten per aquest tipus d’esdeveniments on es poden donar a conèixer aspectes històrics potser menys coneguts per la majòria de la gent, no tan centrats en batalles o combats. Es una opció que permetria a les associacions seguir actives y a las administracions tornar a una certa normalitat en el referent a esdeveniments culturals, encara que sigui en petit format.
Més endavant veurem com funciona el tema dels desplaçament entre territoris, per de moment i fins que la situació de la pandèmia no estigui assegurada ens haurem de quedar prop de casa a recrear, on existeix la possibilitat que membres d’una associació puguin reunir-se, amb les mesures de seguretat pertinents, per realitzar alguna activitat com sessions de fotos, ja sigui mostrant diferents uniformitats o recreant imatges de l’època. També es poden recrear moments històrics o molts destacats dels que existeix informació, ja sigui de llibres, diaris o de forma oral però no hi ha testimoni fotogràfic. Una altre opció seria recopilar testimonis de famílies, histories locals transmeses, memòries i records d’aquella època para poder capturar-los en imatges.
Ens haurem de reinventar i buscar alternatives, esperant arribar a una certa “normalitat” en un futur no massa llunyà, con recreacions més amplies i de diversos grups, però con precaució i sense presses, esperar i veure la evolució de la pandèmia.
SALUT.
Als museus vivents es mes fàcil prendre mesures de seguretat amb grups reduïts de públic. ( imatge prèvia a la pandèmia )
ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL “VOLUNTARIOS DE MADRID 1808-1814”
La recreació històrica després del Covid-19
L’impacte de la pandèmia de COVID-19 en l’ambit de la recreació històrica es un fet que ja s’ha deixat notar amb la cancel·lació de diversos esdeveniments –Badajoz, Saragossa i Waterloo, en època napoleònica, i Lopera o Faió a l’àmbit de la recreació de la Guerra Civil Espanyola–.
Malgrat tot, aquestes cancel·lacions o ajornaments no tenen previsions de ser fets aïllats en el temps, sense repercussions més enllà d’una o altre data. El coronavirus està canviant –si es que no ha canviat ja– la realitat socioeconòmica del nostre país.
Com afirmen molts especialistes, medis de comunicació i grups de recreació, la realització d’esdeveniments multitudinaris, amb centenars de recreadors i un nombre sobradament major d’espectadors, serà un record durant un temps dolorosament llarg. Actualment, a dia set de juny, ningú es planteja realitzar un esdeveniment de recreació històrica abans del mes de setembre.
Però la reflexió sobre com afectarà la pandèmia a aquesta activitat cultural no pot quedar-se en las repercussions a curt termini, o si a mig termini es podran organitzar esdeveniments imposant al públic la molesta (però necessària) distància de seguretat.
El que un s’ha de plantejar es si resulta efectiu adaptar les activitats clàssiques a la “nova normalitat”, que de normal no només porta el nom. El que un ha de plantejar-se, es si les entitats publiques que tradicionalment han finançat aquests esdeveniment tindran la capacitat i la voluntat de seguir fent-ho quan les conseqüències econòmiques del virus ens colpegin amb major violència.
L’ajuntament de Bailén, ferm promotor de la recreació de la batalla homònima de 1808 i membre de la Asociación Napoleónica Española, ha anunciat recentment la cancel·lació de la recreació anual, i la destinació dels seus fons a un pla de ocupació publica que redueixi l’impacte de la crisis sobre els seus ciutadans.
Atenent a aquesta noticia, en la que s’anuncien mesures necessaris per Bailén, però demolidores per la recreació històrica tal i com està plantejada actualment, una pregunta passa pel cap de qualsevol recreador ¿quina serà l’actitud d’altres entitats públiques, menys apassionades vers la nostra activitat, en els pròxims dos anys?
A això s’ha de sumar l’altre circumstancia ja mencionada, la distància de seguretat. Mentre aquesta norma estigui activa, organitzar una recreació amb públic es senzillament utòpic. Només els petits esdeveniments privats, fets per als recreadors, seran viables; d’aquesta manera, el principal objectiu de la recreació, la divulgació, es impossible que sigui acomplert.
Però més enllà d’això, quan el distanciament social no sigui ja necessari, moltes persones seran receloses, sens dubte, d’assistir a esdeveniments multitudinaris que tant impacte han tingut en la propagació del virus al nostre país. El públic serà reticent a anar a una recreació.
Es per això que, en suma, les associacions de recreació històrica haurem d’inventar –o copiar– estratègies comunicatives i econòmiques que permetin que els nostres coneixements segueixin difonent-se entre la ciutadania, incloent l’amor per la història i el nostre patrimoni.
Les grans recreacions s’enfronten a un possible canvi de paradigma
GRUPO DE RECREACIÓN HISTÓRICA EL COMITÉ
Recrear en un món post Covid-19
El virus del COVID-19 ha profundes cicatrius que, encara que no es vegin, estan marcant el quadern de ruta de persones particulars i organismes públics. La mascareta pot ser incòmode i pot donar calor, però el cert es que ha arribat per quedar-se, si més no per una temporada.
En el relatiu a la recreació històrica, no es pot recrear amb mascareta per que trencaria frontalment tota la immersió. I la immersió. en el període històric ha de ser una de les aspiracions mínimes de qualsevol esdeveniment de recreació històrica. La solució tampoc passa por recrear con màscara de gas, en primer lloc per que pot ser pitjor el remei que la malaltia (molts dels filtres resulten, quasi un segle després, perjudicials per la salut) i en segon lloc per que podria donar-se l’error de transmetre al públic que, a la Guerra Civil, es lluitava activament portant equipament antigàs.
Però no hauríem de centrar-nos només en Guerra Civil i hauríem de mirar més enllà. Quines mesures exigirà en recreació medieval? I a napoleònica El realment important és que probablement ens hagi tocat viure una època d’esdeveniments petits, allunyats de les grans masses de combatents i dels combats cós a cós: esdeveniments tranquils, divulgatius. Seria necessari reconvertir els esforços que costa fer una orgànica de comandaments en crear un guió, per exemple, o preocupar-nos en fer petits grups d’assistents en contra de les amplies graderies en els que s’han encabit fins ara. La principal idea de qualsevol organitzador hauria de ser la de cuidar la salut dels assistents, ja que sense assistents no hi ha divulgació.
D’igual forma, ens trobarem amb una restricció a les autoritzacions per que cap ajuntament vol ser el culpable de un brot a la seva localitat. Aquests mateixos ajuntaments estan reinvertint els diners de les recreacions i festes patronals que aquest 2020 no es van poder celebrar en plans que redueixen els adversos efectes de la pandèmia en la economia.
Estem en un escenari totalment nou, del que només es pot especular. Ningú estava preparat pel que ha vingut i les solucions que estan arribant, encara que siguin des del sentit comú, no deixen de ser intents d’endevinar que pot funcionar millor, donat el context sanitari. Escombrant una mica cap al context que recreem, i rescatant la polèmica que hi va haver al militaritzar les milícies anarquistes, els grups de recreació no necessiten autoritat per imposar les seves exigències de manera unilateral, necessiten disciplina. Disciplina per acatar les exigències que marquin els organismes pertinents i mitigar les possibles amenaces.
Des del món de la recreació, podem intentar endevinar que es el que passarà i que podem fer per tornar a reprendre la nostre afició el més aviat possible. Però no deixarà de ser un passatemps: al final haurem d’amollar-nos al que ens deixin fer els organismes i les lleis pertinents.
Per desgracia haurem de començar a acostumar-nos a aquest distanciament social (fotografia de Roy Gardner).
ASOCIACIÓN DE RECREACIÓN HISTÓRICA “VOLUNTARIOS DE FAYÓN”
RECREACIÓ HISTÒRICA I COVID19
Qui ens anava a dir fa només uns mesos que una pandèmia mundial transformaria per un temps incert la nostre forma de relacionar-nos, de treballar i de divertir-nos, en definitiva, la nostre forma de viure. Ens hem hagut d’adaptar ràpid a una realitat on ningú estava preparat, ara per fi sembla que veiem llum al final del túnel, però tornarem a la nostra habitual normalitat?, o pel contrario hem d’afrontar una nova normalitat amb totes les seves conseqüències Aquesta es la pregunta que tots ens fem avui a l’hora de plantejar-nos un programa de recreació històrica. Grans esdeveniments recreacionals i de la Guerra Civil Espanyola, com Lopera, Can Franc, Faió han hagut que suspendre o ajornar els seus actes en el formato habitual, degut a la impossibilitat de poder assegurar totes les mesures de seguretat i higiene recomanades des del Ministeri de Sanitat, sense poder marcar una data concreta i davant la incertesa d’un possible rebrot, la gran pregunta que ens fem tots els recreadors es: Donem per perdut aquest 2020?.
A nostra manera pensem que no necessàriament s’ha renunciar a tot. Més enllà del gran format de recreació de batalla, no hi ha una major concentració de públic i recreadors, es inevitable el contacto físic i el simulat cós a cós que infringeix les actuals normes sanitàries, també hi ha altres interessants propostes que cada cop proliferen més en el món de la recreació històrica. Formats petits de trinxera o museu vivent, exposicions, visites guiades amb aforament limitat, presentacions de llibres, gravacions de vídeos, accions que reivindiquen la vida quotidiana del front o la rereguarda en la guerra civil espanyola.
Aquests projectes contenen i mantenen tres elements fonamentals en la interpretació del patrimoni històric: Objectes, uniformitat i vestuari de la època (el tangible), el context històric en cada moment del conflicte (l’intangible),i la transmissió de determinats valors de consens (universalitat), elements que poden recrear-se i fer-se compatibles amb la situació actual, prement las precaucions recomanades i ajustant-nos a la nova realitat, encara aquí apareixen de nou els dubtes: us de mascaretes por part d’assistents i recreadors?, Uso de gels desinfectants als displays?, Control d’aforament dels assistents i distancies de seguretat?, Regulació i autorització per part de subdelegació?, qui autoritza?, qui assumeix la responsabilitat?…..
Segur que la adaptació obrirà altres debats de calat més purista, sobre si no es pot recrear així, si es anacrònic anar amb mascareta, o sobre si netejar i desinfectar distorsiona la insalubriat de una guerra. En altres aficions i espectacles en moments limit també s’han obert aquests debats en torn a la seguretat, per exemple al món de “els Castellers”, després d’algun tràgic accident es va accelerar el debat sobre si s’havia de portar casc o no i si això anava en contra de l’esperit de la afició, al final sempre s’acaba prioritzant la seguretat, i avui ningú discuteix que els més petits, alhora d’aixecar un «castell» han de portar casc i protecció dental.
Creiem que l’important en aquests moments es prioritzar per sobre de tot la salut i les mesures de seguretat, però al mateix temps adaptar-nos en la mesura del possible para mantenir la labor pedagògica i didàctica que realitzem els diferents grups de recreació per no oblidar la memòria històrica del nostre passat, si per això hem de conviure i realitzar els actes amb mascaretes, distancies recomanades, limitacions d’aforament i desinfectants haurem que mirar com adaptar-nos, reinventar-nos, modificar els projectes i no donar per perdut aquest any 2020. Ala nostra mà està que la nostre afició segueixi endavant i que cada cop més persones coneguin la feina que realitzem per no oblidar i aprendre de la nostra història.
Encara ara, quan es parla de recreació històrica, la majoria de gent pensa en les batalles, que per bé que cada vegada més gent reconeix en l’expositor una manera de recrear didàctica.
Recreació d’una escola civil feta a la Seu Vella de Lleida
I si bé l’expositor es un primer pas d’apropament a la gent, el públic a que has d’optar com a recreador, aquest expositor pot fer encara un pas més cap al públic, sent aquest el de fer-los participar en alguna activitat, o compartir espai alhora que respons els seus dubtes quan la primera opció no sigui possible.
Recreadors i nens compartint una partida de domino a Tudela de Segre
I aquesta línia de barrera zero no es teoria, ja porta un temps desenvolupant-se en base a Didpatri i associacions amigues com XV Brigada i Primera Linea en l’àmbit de Guerra Civil Espanyola. Ja havent-se observats alguns resultats d’allò més profitosos.
Com implementar aquest principi de participació? La resposta es ben fàcil, la participació, tenir objectes i activitats que permetin a la gent experimentar el que ja no s’experimenta, o observar de primera mà quelcom que ara els sigui desconegut o només en tinguin referencies per texts o herència oral. No descartant coses o vivències encara vives.
La escriptura a plumilla ara oblidada pot reviure per moments com ho va fer a la Seu Vella de Lleida
Una partida de domino, escriure a plumilla, omplir una fitxa de reclutament en una maquina d’escriure alhora que expliques les seves peculiaritats, permetre fer una trucada amb un vell telèfon de campanya o l’observació del terreny amb un vell mapa i comparar amb l’actualitat són només un exemple de participació directa amb la gent. Sabent que aquesta llista pot ser ampliable a conveniència del lloc, oportunitat i època a representar.
La màquina d’escriure sempre sorpén als nanos d’ara acostumats a l’ordinador, vist a Tudela de Segre
Amb tot sabem que no sempre aquesta participació directa pot ser efectiva, la sensibilitat o dificultat de trobar certs materials exposats, o oficis a representar són una dificultat objectiva. A tall d’exemple podem posar la construcció d’un vaixell o l’entrenament amb armes resultaran situacions massa complicades per la majoria fins i tot amb l’assistència del recreador, de nou deixant de citar altres casos que en que podeu pensar.
Fabricació d’una peça per una embarcació, vist al Times and ephocs 2018 de MoscouFabricació d’una peça per una embarcació, vist al Times and ephocs 2018 de Moscou
En tal cas aquestes escenificacions han de ser obertes a la gent, sent el recreador la porta al coneixement del públic, que de ben segur farà preguntes, i aquestes han de ser respostes pel recreador.
Explicació del paper de la Milicia de la Cultura en la Guerra Civil, vist a les Jornades de Memoria del Cesub 2019, a Subirats
Hem parlat de expositor, però no del seu format, i es que aquest pot ser des d’una taula ben muntada a un campament complet. Representant diferents dificultats cada un, però aquesta dificultat d’obertura sempre serà superada si hi ha recreadors disposats a fer-les caure. Altre cosa, més privada en direm, no passa d’un contenidor d’objectes o persones que només allunya la recreació del públic. No contribuint gens a la normalització d’aquesta activitat cultural.
Tota activitat de campament pot fer-se visible, fins i tot el manteniment d’equip. Vist al Times and ephocs 2018 de Moscou
Arribant de nou a la conclusió de que en realitat tot passa pel factor humà. En ell radica la accessibilitat i normalització de l’activitat recreadora. Una bona explicació, un bon plafó informatiu, un bon enfocament o ubicació de l’expositor passen pel seu cap i gràcia en l’expressió.
El recreador ha de saber respondre de tot el que l’envolta, roba, situació històrica, técnica del moment i altres. Vist a la Biblioteca de Poble Sec el 2018
I es que es pot ser un magnífic recreador, però si no treballes la vessant pública de la recreació, no passes de jugar a la guerra de manera més o menys privada, i amb unes joguines fidels històricament alhora que cares, que es limita a representar unes batalles. Batalles que si arriben al públic no es pel que està dins, sinó per algú de fora que ha pensat en un públic més o menys nombrós. Tornant altre cop a la voluntat humana de fer pública una activitat a vegades massa tancada, acabant aquestes línies amb la pregunta que tots ens hem de fer.
A quina banda de recreadors vull estar?
Oriol Miró Serra
25 de Gener de 2019
La Recreació Històrica i el Patrimoni són companys de viatge, entreu i descobriu les seves múltiples formes de coexistència! Historical Reenactment and Heritage are traveling companions, enter and discover their multiple forms of coexistence! Loisirs historiques et Patrimoine sont des compagnons de voyage, entrez et découvrez leurs multiples formes de coexistence ! ¡La Recreación Histórica y el Patrimonio son compañeros de viaje, entra y descubre sus múltiples formas de coexistencia!