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Ponentes a dia:
6 de junio de 2020: Didpatri, Primera Linea, XV Brigada Mixta
12 de junio de 2020: ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL “VOLUNTARIOSDEMADRID 1808-1814”, GRUPO DE RECREACIÓN HISTÓRICA EL COMITÉ, ASOCIACIÓN DE RECREACIÓN HISTÓRICA “VOLUNTARIOS DE FAYÓN”
GRUP DE RECREACIÓ HISTÒRICA DIDPATRI
Y ahora que? La recreación post Covid 19
Más o menos sobre lunes pasado recibimos la noticia de la suspensión de la recreación de Fayón, la más veterana en Guerra Civil Española y que este año hubiese cumplido trece años. Y si bien era una noticia esperable, sigue siendo una mala noticia.
Con pesar, y después de ya muchos suspendido o pospuestos, aparece la pregunta. ¿Que hacemos ahora?
Lo que parece evidente es que el formato de grandes recreaciones con grandes aglomeraciones, ha quedado, al menos en pausa por un tiempo todavía por determinar. Siendo necesaria una reinvención de formatos, que dependiendo de los grupos sera más o menos difícil.
En lo que afecta nuestra filosofía, donde primamos los expositores, si bien harán falta cambios, no se ven tan dramáticos como otro que se haya basado en los grandes espectáculos de batalla. Disciplina que por otro lado también sabemos hacer.
Pero, y antes de empezar a entrar en materia, quizá tendríamos que re introducir el concepto expositor, que ahora definiremos como una instalación con cierta cantidad de material didáctico, sea expuesto o interactivo. Alrededor del cual se junta cierta cantidad de gente, esta asistida por personal propio del expositor. Apareciendo los problemas que todos somos conscientes, el de la agrupación de gente y su asistencia.
Y si este formato permite un mayor control de afluencia que un acto masivo, siendo este masivo de más difícil control, eso no significa que este formato más pequeño quede libre de riesgos.
Conceptos como la distancia social ahora tan recurrentes necesitan ser tomados en cuenta, y esta puede ser por ejemplo poniendo un tablón por delante, siendo a la practica un paso atrás hacia a la barrera cero que llevamos un tiempo promulgando. Paso atrás que siempre puede ser corregido cuando la ciencia encuentre la solución al virus.
Sobre la asistencia personal, esta jugará, o tendría combinando la distancia social. Como primera opción pensaremos en les mascarillas, evidentemente desentonando de nuestros uniformes. Pero si se nos pide se tendrá que cumplir, a no ser que encontremos algún modo de mantener alejado al recreador del público.
Pero, ¿y si marcamos una distancia segura con cuerdas? El dialogo con la persona que pregunta seguirá estando, pero, el miedo siempre estará y no se hasta que punto este punto es aplicable ahora mismo. Lo único que podemos regular es la cantidad de asistentes por expositor, evidentemente en cantidad baja.
Llegamos a la interacción con la gente, donde dejábamos tocar y hasta hacíamos alguna actividad con el espectador, siendo este uno de los grandes baluartes de la barrera cero. Temo que esta puede tardar en volver, a no ser que adaptemos las medidas de guantes y desinfectantes, que tampoco seria un drama en tanto que es temporal, o eso esperamos. Por bien que otra vez chocamos la distancia social.
Eso en cuanto a los factores que dependen de nosotros, pero que hacemos con los que no dependen de nosotros, como pueden ser ubicación, flujo de gente en el interior de los espacios habilitados. Para empezar temo que tendremos que ser expertos en calculo de superficie para evitar aglomeraciones, además de ponernos unos límites de tiempo para evitar las excesivas esperas y aglomeraciones de gente.
Pero va, no nos pongamos pesimistas e intentemos buscar soluciones creativas:
I si en lugar de un expositor grande y completo hacemos tres interrelacionados pero separados. ¿No creéis que esta disposición obligaría a la circulación de la gente? Eliminando de paso el problema de los atascos?
El tema didáctico quizá lo podemos resolver con audio a través de megafonía, si ahora lo hacíamos con la música, bien podemos probar con explicaciones. Y si lo hiciéramos con audiovisuales también, mostrando procesos y elaboraciones, se tendría que trabajar antes como el audio, quien sabe si hasta crear.
Claro que también podemos tirar del formato visita guiada en grupos limitados, ya probado. Realmente minimizamos a los guías el riesgo, y estos protegidos adecuadamente, convirtiendo a los encargados de expositor en un «atrezzo» más, que tomando las distancias adecuadas no tendría que llevar medidas de protección. Y total, si ya hemos destruido temporalmente la proximidad y la participación, este paso tampoco es traumatico para nosotros, y el publico puede seguir aprendiendo.
En cuanto al formato batalla, por ahora no veo solución, ya que desnaturaliza del todo el formato. Evitar les aglomeraciones implica no ir en formaciones de ningún tipo. Y como sabéis estas van relacionadas a la movilidad militar empezando de escuadras para arriba.
El publico tampoco se puede agrupar en zonas, y para reunir quinientos visitantes, por ejemplo…, necesitariamos un espacio nunca visto hasta el momento, además de no garantizar su visibilidad. A no ser que fuera un espacio amplio y ordenado como podría ser una grada. No es una tontería, ya es ha visto la recreación de la Batalla de Almansa.
Con esto, solo se arregla la seguridad del publico, no la desnaturalización de la batalla. Punto que no veo solucionable, a no ser que esta desnaturalización fuese aceptada por organizadores del acto.
Ahora, y para acabar con tales augurios y dudas, queda la certeza que la solución científica llegará y que podremos volver a los viejos métodos, siendo este episodio un tiempo de experimentación del cual seguro que sacamos conclusiones
GRUPO DE RECREACIÓN PRIMERA LÍNEA
Reflexiones sobre recreación tras la COVID-19
Esta semana nos preguntaban como pensábamos que seria la vuelta a la recreación histórica tras la pandemia de Covid, realmente una muy buena cuestión que trasladamos a los miembros del grupo y….SORPRESA hubo tantas predicciones como miembros opinaron, la causa de ello, el desconocimiento de esa tan nombrada «nueva normalidad» así como de los posibles rebrotes de la enfermedad.
Todos estamos de acuerdo en primar la salud tanto de recreadores como de visitantes a estos eventos, por lo que cuando se retome la actividad debe asegurarse estos 2 puntos, no debiendo tomar riesgos innecesarios por el bien de todos. Entonces, ¿que vamos a hacer?, bueno pues de momento esperar y mientras dar vueltas a la cabeza pensando las posibles opciones que tenemos en las manos pensando en ciertas cosas:
- ¿Distancia de seguridad?: en el público difícil pero conseguible con la ayuda de todos, en las trincheras ya es inviable y el hecho de tener mascarilla en nuestra opinión arruinara la recreación en si.
- ¿Es el fin de las recreaciones por un largo tiempo?: pues es una opción que aunque no nos guste, existe, si bien podemos intentar modificar el formato hacia algo mas reducido, con displays en vez de combates en trincheras o enfrentamientos mas «reales» donde los recreadores guarden la distancia de seguridad, si bien esto ultimo puede ser también enormemente difícil.
- ¿Habrá restricciones a la hora de dar las autorizaciones gubernativas?: seguramente, sobre todo al principio tanto para aforo como para recreadores en base a la superficie donde se vaya a llevar a cabo el evento en cuestión.
En conclusión, podemos decir aquella frase tan nuestra de «lo más seguro es que cualquiera sabe», vivimos tiempo históricos que por ser únicos y carecer de experiencia, todo lo que queramos intentar predecir no es más que un ejercicio de imaginación, estando abiertas todas las opciones, desde la prohibición más absoluta, hasta la antigua normalidad por la existencia de una vacuna, la desaparición del virus…
De todas formas las mentes recreacionistas están abiertas y las ganas de volver a llevar a cabo esta afición son altas, por lo que suceda lo que suceda estamos seguros que se encontrara una solución acorde a las condiciones del momento y seguiremos haciendo lo que mas nos gusta, aunque no sepamos como aun.
GRUP DE RECREACIÓ HISTÒRICA XV BRIGADA MIXTA
REFLEXIONES SOBRE LA REPERCUSIÓN DEL COVID-19 EN LAS RECREACIONES HISTÓRICAS
Debido a esta endemia que nos ha tocado vivir están siendo tiempos difíciles para mucha gente, la información que nos llega y los cambios sociales son muy veloces, en algunos casos precipitados, y digo que está siendo porque no se ha acabado, está empezando.
Sabemos que en este momento hay asuntos mucho más prioritarios y vitales que volver a hacer recreación histórica, este escrito solo quiere hacer reflexionar sobre aspectos importantes de esta situación que también tocan a la actividad de la que formamos parte.
Quizás porque en nuestra asociación hay personas que pertenecen al sector sanitario y asistencial que han estado luchando contra el covid-19 en primera línea y han visto y vivido lo que realmente ocurre, nuestras reflexiones sean muy restrictivas en lo que a la vuelta de actos de recreación histórica se refiere, independientemente de la época a recrear.
Lo primero es que para poder realizar cualquier evento o espectáculo cultural se necesitará el permiso de los ayuntamientos, comunidades o delegaciones de gobierno, tal como venía siendo habitual, a lo que se añadirán todas las nuevas medidas de protección sanitaria y seguridad contra el coronavirus y no sé hasta que punto las administraciones tendrán intención, ganas, presupuesto, etc. para organizar o permitir estos actos.
En el supuesto que, más adelante, se permita alguna recreación histórica esas medidas de protección han de ser prioritarias, seguramente determinadas por la administración pertinente, pero han de ser respetadas al máximo por recreadores y público, como todos sabemos distancia, desinfección, mascarillas o guantes son las opciones que tenemos para defendernos del virus.
Hasta que algún remedio, vacuna, fármaco o tratamiento no sea efectivo de una manera generalizada para la mayoría de la población está claro que no podemos realizar las recreaciones como hasta ahora se venían haciendo, sobre todo las más espectaculares, con 150 o 200 recreadores y centenares de espectadores, con lucha cuerpo a cuerpo, apiñados en trincheras y con poca o ninguna distancia social. Esto tiene que quedar muy claro, las administraciones pondrán normas, límites de aforo, etc. pero somos los participantes, los recreadores y el público los que tenemos que ser responsables a la hora de cumplirlas durante la recreación.
Seguramente una de las medidas más controvertidas con la que nos encontremos los recreadores sea la de llevar mascarilla, siendo una prenda o complemento totalmente anacrónico para todas las épocas, salvo si estas recreando un hospital de campaña del siglo XX. Dependiendo de la situación de la pandemia las administraciones correspondientes determinarán si su uso es obligatorio, con lo que se acaba la controversia, o aconsejable, con lo que debemos ser responsables, llevándola puesta lo más posible.
Todo esto no quiere decir que tengamos “sequía” recreadora y que debamos enfundar vestidos y uniformes en el armario durante una larga temporada. Existen opciones como las recreaciones en un formato más pequeño, más divulgativas y didácticas tales como museos o trincheras vivientes, relacionadas con visitas guiadas a escenarios históricos, de combate o explicaciones de patrimonio histórico, donde se puede controlar mucho mejor la cantidad de asistentes y las medidas de seguridad.
Este tipo de actos se vienen haciendo desde hace tiempo, pero últimamente están aumentando y tomando cierta notoriedad, son bastantes los grupos de recreación que apuestan por este tipo de eventos donde se pueden dar a conocer aspectos históricos quizás menos conocidos por la mayoría de la gente y no tan centrados en batallas o combates. Es una opción que permitiría a las asociaciones seguir activas y a las administraciones volver a una cierta normalidad en lo referente a actos culturales, aunque sea en pequeño formato.
Más adelante veremos como funciona el tema de los desplazamientos entre territorios, pero de momento y hasta que la situación de la pandemia no esté asegurada nos tendremos que quedar cerca de casa a recrear, donde existe la posibilidad que miembros de una asociación puedan reunirse, con las medidas de seguridad pertinentes, para realizar alguna actividad como sesiones de fotos, ya sea mostrando diferentes uniformidades o recreando imágenes de la época. También se pueden recrear momentos históricos o muy señalados de los que existe información ya sea de libros, diarios o de forma oral pero no hay testimonio fotográfico. Otra opción sería recopilar testimonios de familias, historias locales transmitidas, memorias y recuerdos de esa época para poder plasmarlas en imágenes.
Habrá que reinventarse y buscar alternativas, esperando llegar a una cierta “normalidad” en un futuro no muy lejano, con recreaciones más amplias y de varios grupos, pero con precaución y sin prisas, esperar y ver la evolución de la pandemia.
SALUD.
ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL “VOLUNTARIOSDEMADRID 1808-1814”
La recreación histórica tras el Covid-19
El impacto de la pandemia de COVID-19 en el ámbito de la recreación histórica es un hecho que ya se ha dejado notar con la cancelación de diversos eventos –Badajoz, Zaragoza y Waterloo, en época napoleónica, y Lopera o Fayón en el ámbito de la recreación de la Guerra Civil Española–.
Sin embargo, estas cancelaciones o aplazamientos no tienen previsiones de ser hechos aislados en el tiempo, sin repercusiones más allá de una u otra fecha. El coronavirus está cambiando –si es que no ha cambiado ya– la realidad socioeconómica de nuestro país.
Como afirman muchos especialistas, medios de comunicación y grupos de recreación, la realización de eventos multitudinarios, con centenares de recreadores y un número sobradamente mayor de espectadores, será un recuerdo durante un tiempo dolorosamente largo. Actualmente, a día siete de junio, nadie se plantea realizar un evento de recreación histórica antes del mes de septiembre.
Pero la reflexión sobre cómo afectará la pandemia a esta actividad cultural no puede quedarse en las repercusiones cortoplacistas, o si a medio plazo se podrán organizar eventos imponiendo al público la molesta (pero necesaria) distancia de seguridad.
Lo que uno debe plantearse es si resulta efectivo adaptar las actividades clásicas a la “nueva normalidad”, que de normal no tiene más que el nombre. Lo que uno debe plantearse, es si las entidades públicas que tradicionalmente han financiado estos eventos tendrán la capacidad y la voluntad de seguir haciéndolo cuando las consecuencias económicas del virus nos azoten con mayor virulencia.
El ayuntamiento de Bailén, firme promotor de la recreación de la batalla homónima de 1808 y miembro de la Asociación Napoleónica Española, ha anunciado recientemente la cancelación de la recreación anual, y la destinación de sus fondos a un plan de empleo público que mitigue el impacto de la crisis sobre sus ciudadanos.
Atendiendo a esta noticia , en la que se anuncian medidas necesarias para Bailén, pero demoledoras para la recreación histórica tal y como está planteada actualmente, una pregunta acude a la mente de cualquier recreador ¿cuál será la actitud de otras entidades públicas, menos volcadas hacia nuestra actividad, en los dos años venideros?
A esto hay que sumar la otra circunstancia ya mencionada, la distancia de seguridad. Mientras esta norma esté activa, organizar una recreación con público es sencillamente utópico. Sólo los pequeños eventos privados, hechos por y para los recreadores, serán viables; de esta manera, el principal objetivo de la recreación, la divulgación, es imposible de verse cumplido.
Pero más allá de esto, cuando el distanciamiento social no sea ya necesario, muchas personas recelarán, sin duda, de acudir a eventos multitudinarios que tanto impacto han tenido en la propagación del virus en nuestro país. El público será reticente a ir a una recreación.
Es por ello que, en suma, las asociaciones de recreación histórica debemos inventar –o copiar– estrategias comunicativas y económicas que permitan que nuestras enseñanzas sigan difundiéndose entre la ciudadanía, inculcando el amor por la historia y nuestro patrimonio.
GRUPO DE RECREACIÓN HISTÓRICA EL COMITÉ
Recrear en un mundo post Covid-19
El virus del COVID-19 ha creado profundas cicatrices que, aunque no se vean, están marcando el cuaderno de ruta de personas particulares y organismos públicos. La mascarilla puede ser incómoda y puede dar calor, pero lo cierto es que ha llegado para quedarse, por lo menos una temporada.
En lo relativo a la recreación histórica, no se puede recrear con mascarilla porque rompería frontalmente toda la inmersión. Y la inmersión en el periodo histórico tiene que ser una de las aspiraciones mínimas de cualquier evento de recreación histórica. La solución tampoco pasa por recrear con máscara de gas, en primer lugar porque puede ser peor el remedio que la enfermedad (muchos de los filtros resultan, casi un siglo después, perjudiciales para la salud) y en segundo lugar porque podría darse el error de transmitir al público que, en la Guerra Civil, se combatía activamente portando equipamiento antigás.
Pero no deberíamos centrarnos solamente en Guerra Civil y deberíamos mirar más allá. ¿Qué medidas exigirán en recreación medieval? ¿y en napoleónica? Lo verdaderamente importante es que probablemente nos haya tocado vivir una época de eventos pequeños, alejados de las grandes masas de combatientes y de los combates cuerpo a cuerpo: eventos tranquilos, divulgativos. Sería necesario reconvertir los esfuerzos que cuesta hacer una orgánica de mandos en crear un guión, por ejemplo, o preocuparnos de hacer pequeños grupos de asistentes en vez de los amplios graderíos en los que se han apelotonado hasta ahora. La principal idea de cualquier organizador tendría que ser la de cuidar la salud de los asistentes, ya que sin asistentes no hay divulgación.
De igual forma, vamos a encontrarnos con una restricción en las autorizaciones porque ningún ayuntamiento quiere ser el culpable de un brote en su localidad. Esos mismos ayuntamientos están reinvirtiendo el dinero de las recreaciones y fiestas patronales que este 2020 no se van a poder celebrar en planes que mitiguen los adversos efectos de la pandemia en la economía.
Estamos en un escenario totalmente nuevo, del que solamente se puede especular. Nadie estaba preparado para lo que ha venido y las soluciones que están llegando, aunque sean desde el sentido común, no dejan de ser intentos de adivinar qué es lo que puede funcionar mejor, dado el contexto sanitario. Barriendo un poco hacia el contexto que recreamos, y rescatando la polémica que hubo al militarizar las milicias anarquistas los grupos de recreación no necesitan autoridad para imponer sus exigencias de manera unilateral, necesitan disciplina. Disciplina para acatar las exigencias que marquen los organismos pertinentes y mitigar las posibles amenazas.
Desde el mundo de la recreación, podemos intentar adivinar qué es lo que ocurrirá y qué podemos hacer para volver a retomar nuestra afición cuanto antes. Pero no dejará de ser un pasatiempo: al final deberemos amoldarnos a lo que nos dejen hacer los organismos y las leyes pertinentes.
ASOCIACIÓN DE RECREACIÓN HISTÓRICA “VOLUNTARIOS DE FAYÓN”
RECREACIÓN HISTÓRICA Y COVID19
Quién nos iba a decir hace tan solo unos meses que una pandemia mundial transformaría por un tiempo incierto nuestra forma de relacionarnos, de trabajar y de divertirnos, en definitiva, nuestra forma de vivir. Nos hemos tenido que adaptar rápido a una realidad donde nadie estaba preparado, ahora por fin parece que vemos luz al final del túnel, pero volveremos a nuestra habitual normalidad?, o por el contrario debemos afrontar una nueva normalidad con todas sus consecuencias? Esa es la pregunta que todos nos hacemos hoy a la hora de plantearnos un programa de recreación histórica. Grandes eventos recreacionistas y de la Guerra Civil española, como Lopera, Can Franc, Fayon han tenido que suspender o posponer sus actos en el formato habitual, debido a la imposibilidad de poder garantizar todas las medidas de seguridad y higiene recomendadas des del Ministerio de Sanidad, sin poder marcar una fecha concreta y ante la incertidumbre de un posible rebrote, la gran pregunta que nos hacemos todos los recreacionistas es: ¿Damos por perdido este 2020?.
A nuestro entender pensamos que no necesariamente hay que renunciar a todo. Más allá del gran formato de recreación de batalla, donde hay una mayor concentración de público y recreadores, es inevitable el contacto físico y el simulado cuerpo a cuerpo que infringe las actuales normas sanitarias, también hay otras interesantes propuestas que cada vez proliferan más en el mundo de la recreación histórica. Formatos pequeños de trinchera o museo viviente, exposiciones, visitas guiadas con aforo limitado, presentaciones de libros, grabaciones de vídeos, acciones que reivindican la vida cotidiana del frente o la retaguardia en la Guerra Civil española.
Estos proyectos contienen y mantienen tres elementos fundamentales en la interpretación del patrimonio histórico: Objetos, uniformidad y vestuario de la época (lo tangible), el contexto histórico en cada momento del conflicto (lo intangible),y la transmisión de determinados valores de consenso (universalidad), elementos que pueden recrearse y hacerse compatibles con la situación actual, tomando las precauciones recomendadas y ajustándonos a la nueva realidad, aunque ahí surgen de nuevo las dudas: ¿uso de mascarillas por parte de asistentes y recreadores?, ¿Uso de geles desinfectantes en los displays?, ¿Control de aforo de los asistentes y distancias de seguridad?, ¿Regulación y autorización por parte de subdelegación?, quién autoriza?, quién asume la responsabilidad?…..
Seguro que la adaptación abrirá otros debates de calado más purista, sobre si no se puede recrear así, si es anacrónico andar con mascarilla, o sobre si limpiar y desinfectar distorsiona la insalubridad de una guerra. En otras aficiones y espectáculos en momentos límites también se han abierto estos debates en torno a la seguridad, por ejemplo en el mundo de “els Castellers”, después de algún trágico accidente se aceleró el debate sobre si se debía llevar casco o no y si eso iba en contra del espíritu de la afición, al final siempre se acaba priorizando la seguridad, y hoy nadie discute que deben llevar casco y protección dental los más pequeños a la hora de levantar un “Castell”.
Creemos que lo importante en estos momentos es priorizar por encima de todo la salud y las medidas de seguridad, pero a la vez adaptarnos en la medida de lo posible para mantener la labor pedagógica y didáctica que realizamos los diferentes grupos recreacionistas para no olvidar la memoria histórica de nuestro pasado, si para ello tenemos que convivir y realizar los actos con mascarillas, distancias recomendadas, limitaciones de aforo y desinfectantes tendremos que mirar cómo adaptarnos, reinventarnos, modificar los proyectos y no dar por perdido este año 2020. En nuestra mano está que nuestra afición siga adelante y que cada vez más personas conozcan la labor que realizamos para no olvidar y aprender de nuestra historia.
Autores, los miembros de cada asociación.